Podría decir que después de un largo caminar como educadora, he llegado a algún lado y es precisamente desde ese lugar, que intentaré construir esta breve presentación discursiva.
Recorrer mi historia profesional reaviva imágenes y palabras que connotan y denotan. Palabras, cargadas de significaciones, de historias compartidas, sujetos, representaciones, huellas, presencias, ausencias, supervivencias, consensos , conflictos, recuerdos, en fin... espacios y tiempos... todo aquello que hace a mi constitución e identidad docente.
Portamos en nuestras vidas, entre otras significaciones, lo que vamos tejiendo desde el cotidiano colectivo. Muchas horas de nuestra historia, transcurren en las instituciones educativa, en los espacios, en los cuales vamos concretando nuestras prácticas, en los que continuamos construyendo representaciones , como un devenir de acciones, de percepciones, de expresiones, donde juegan el saber , las luchas por el poder, lo afectivo, las biografías escolares...
Es en estas prácticas pedagógicas donde he intentado sostener un genuino compromiso con la democratización de las instituciones educativas, con el derecho de enseñar y de aprender, con la escuela pública, la libertad de pensamiento, la igualdad de posibilidades y oportunidades educativas, con el respeto por el sujeto, el alter, el otro, con el saber acerca de mi campo de conocimiento, es decir lo pedagógico y lo didáctico.
En su defensa y convencida de ello, he participado y aún continúo haciéndolo en el aula, en espacios colegiados, en cargo de gestión, en nuevas búsquedas por el saber, el conocer , por descubrir a través de la investigación.
Percibo, mi trayectoria profesional como una militancia diaria, en la que están presentes algunos principios heredados, tal vez de la enseñanza materna, como por ejemplo asistencia incondicional a clase.
Siento que los hechos, los recuerdos, que vinieron a mi memoria aunque están cargados de emoción los percibo lejos, hundidos en el pasado, más borrosos en el recuerdo, lo que está más presente es el acontecimiento de lo que vendrá, está allí siempre delante, esperando, como haciendo señas aunque sea un imposible, como si este camino recién empezara.
Trelew, Chubut, abril de 2007
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